Un estudio de los CDC señala los posibles beneficios de las nuevas vacunas contra la influenza

31 de enero del 2024 - Un estudio reciente de los CDC sugiere que la vacunación con vacunas contra la influenza que no están hechas a base de huevo podría mejorar la respuesta de los anticuerpos a los virus de la influenza en circulación si se las compara con las vacunas tradicionales a base de huevo, que son las vacunas contra la influenza más comunes en todo el mundo. El estudio analizó la respuesta inmunitaria de las personas a varias vacunas contra la influenza para determinar qué vacunas inducían la mejor respuesta de anticuerpos contra los virus de la influenza en circulación. Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones potenciales para la estrategia de vacunación contra la influenza y son parte de un esfuerzo continuo para crear mejores vacunas contra la influenza y utilizar las vacunas actuales para lograr el máximo efecto.

Durante más de 70 años, la mayoría de las vacunas contra la influenza (gripe) se han producido al cultivar virus de influenza en huevos de gallina. Una desventaja de este método de producción es que a menudo introduce cambios en los virus a medida que se adaptan para crecer en los huevos. Estos llamados "cambios adaptados al huevo" pueden hacer que los virus de la vacuna sean significativamente diferentes de los virus de la influenza "salvajes" en circulación. Como resultado, las vacunas a base de huevo pueden hacer que el sistema inmunitario de una persona dirija anticuerpos hacia objetivos, o "epítopos", de los virus de la vacuna que no se encuentran en los virus en circulación. Esto podría derivar en la reducción de la efectividad de la vacuna (EV). Además, como ha demostrado la investigación de los CDC , esta respuesta de anticuerpos podría reforzarse mediante la vacunación repetida a base de huevo, lo que podría contribuir a una mayor reducción de la EV con el tiempo.

Ahora, un estudio de los CDC publicado en enero en Nature Communications informa que vacunarse durante varias temporadas con vacunas contra la influenza que no son a base de huevo puede ayudar a reorientar la respuesta inmunitaria inducida por la vacuna de las personas para atacar mejor los virus de la influenza en circulación. Durante la temporada 2013-14, se comenzaron a usar dos vacunas contra la influenza que no están basadas en huevo —la vacuna contra la influenza recombinante y la vacuna contra la influenza de cultivo celular — en los Estados Unidos. El estudio, que analizó datos de un ensayo clínico aleatorio realizado durante las temporadas de influenza 2018-2019 y 2019-2020, comparó la respuesta de anticuerpos después de la vacunación con vacunas contra la influenza recombinantes, basadas en cultivos celulares o estándar basadas en huevos entre 1 400 personas.

Los resultados indican que la vacunación con vacunas recombinantes contra la influenza indujo las respuestas de anticuerpos más sólidas contra múltiples virus de las vacunas. También indican que la vacunación repetida con vacunas contra la influenza no cultivadas en huevo podría superar el efecto de la vacunación repetida previa con vacunas a base de huevo. Redirigir las respuestas de anticuerpos lejos de los epítopos adaptados a los huevos dio como resultado respuestas de anticuerpos más altas a los virus de cultivo celular que representan mejor los virus en circulación.

Los hallazgos podrían fundamentar la toma de decisiones relacionadas con estrategias de vacunación óptimas para personas de diferentes grupos de edad y poblaciones.

Por un lado, la vacunación con vacunas contra la influenza sin huevo podría ser especialmente beneficiosa para las personas que han sido vacunadas repetidamente con vacunas a base de huevo. Esto podría incluir al personal de atención médica que tiene requisitos de vacunación anual y a los adultos mayores, que tienden a haber sido vacunados con más frecuencia que otros grupos de personas. El estudio también se suma a la evidencia de que cuando los niños pequeños son vacunados por primera vez contra la influenza (lo que se denomina "cebado"), pueden beneficiarse de recibir una vacuna no cultivada en huevo ya que la primera exposición de una persona al virus de la influenza puede ser determinante para moldear su respuesta inmunitaria a una posterior infección por el virus de la influenza o vacunas contra la influenza.

Actualmente, las vacunas contra la influenza recombinantes y a base de células son las únicas vacunas contra la influenza fabricadas sin el uso de huevos cuya utilización está autorizada en los Estados Unidos. Los virus de la influenza utilizados en las vacunas a base de células se cultivan en células de mamíferos. Las vacunas recombinantes contra la influenza no requieren el uso de virus de vacuna experimental (CVV) para su producción porque se crean sintéticamente.

Algunos estudios observacionales han demostrado una mayor protección contra la influenza entre las personas que recibieron vacunas contra la influenza inactivadas a base de células en comparación con aquellas que recibieron vacunas en dosis estándar a base de huevo. Sin embargo, las vacunas a base de huevo siguen siendo las vacunas contra la influenza de mayor disponibilidad y son una importante herramienta preventiva. Los beneficios de vacunarse con cualquier vacuna contra la influenza, incluida la vacuna contra la influenza a base de huevo, siguen superando con creces los riesgos potenciales de no vacunarse. Actualmente, los CDC no tienen preferencia por el uso de ninguna vacuna contra la influenza por sobre otra, excepto entre personas de 65 años de edad o más. Si está disponible, los CDC recomiendan que las personas de 65 años de edad o más reciban una vacuna contra la influenza de dosis alta, con adyuvante o recombinante porque una revisión de los estudios existentes sugirió que, en este grupo de edad, estas vacunas son potencialmente más efectivas que las vacunas contra la influenza en dosis estándar sin adyuvantes.

Si bien la efectividad de la vacuna puede variar, los estudios han demostrado que la vacuna contra la influenza reduce el riesgo de enfermarse a causa de la influenza entre un 40 % y un 60 % en la población general durante las temporadas en que la mayoría de los virus que circulan coinciden exactamente con los virus utilizados en las vacunas contra la influenza. En las personas que se vacunan pero aun así se enferman, se ha demostrado que la vacuna contra la influenza reduce la gravedad de la enfermedad y logra "Calmar a la bestia.” Los CDC estiman que durante la temporada 2022-2023, la vacunación contra la influenza evitó alrededor de 6 millones de enfermedades relacionadas con la influenza, 3 millones de consultas médicas, 65 000 hospitalizaciones y 3 700 muertes. Los CDC recomiendan que las personas de 6 meses de edad en adelante se vacunen contra la influenza cada año.

Si tiene preguntas sobre qué vacuna es mejor para usted, consulte con su médico u otro profesional de la salud. Hay más información disponible sobre las vacunas contra la influenza aprobadas para la temporada de influenza actual y las indicaciones acorde a la edad para cada vacuna en la Tabla de los CDC: vacunas contra la influenza en los EE. UU. para la temporada 2023-2024.

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