Estudio revela que los resultados hospitalarios del COVID-19 y la influenza son cada vez más similares

La gravedad del COVID-19 en pacientes hospitalizados ha disminuido con el tiempo mientras que los casos de influenza siguen agravándose

24 de enero del 2024 - Un nuevo estudio de los CDC ha descubierto que las hospitalizaciones de adultos por COVID-19 más recientes fueron menos graves que las hospitalizaciones durante las primeras etapas de la pandemia del COVID-19, y que la proporción de resultados hospitalarios graves por COVID-19 se asimiló más a la de los adultos hospitalizados por influenza. Hace poco, cuando predominaba la variante ómicron del COVID-19, los niveles de ingresos a unidades de cuidados intensivos (UCI) y uso de oxígeno, asistencia respiratoria y ventilación mecánica invasiva en pacientes hospitalizados por influenza y COVID-19 eran similares. Incluso el riesgo de muerte como resultado se asemejó más en las dos enfermedades, excepto entre las personas de 18 a 49 años, en cuyo grupo se siguió observando una mayor cantidad de muertes en hospitales por COVID-19. Este estudio destaca el hecho de que ambas enfermedades pueden ser peligrosas y, por consiguiente, justifican el cumplimiento de las recomendaciones de los CDC para la prevención y el tratamiento.

El estudio, que se publicó en Open Forum Infectious Diseases, analizó a un subgrupo de adultos hospitalizados por COVID-19 o influenza que se registraron en un sistema de vigilancia para comparar los resultados clínicos y otras características entre los dos grupos. Las personas que fueron hospitalizadas con COVID-19 además fueron clasificadas en grupos según la variante del COVID-19 que circulaba en forma predominante en ese momento. El periodo más reciente de circulación predominante de la variante ómicron BA.5 del COVID-19 se comparó con los resultados de la influenza durante la temporada 2021-2022.

El estudio revela que entre los pacientes hospitalizados con COVID-19 durante el periodo en que predominó la variante delta (del 1 de octubre del 2021 al 18 de diciembre del 2021) en comparación con el periodo en que predominó la variante ómicron BA.5 (del 19 de junio del 2022 al 30 de septiembre del 2022), la gravedad de los resultados disminuyó a medida que disminuía el porcentaje de pacientes con COVID-19 que ingresaron en la UCI, recibieron tratamiento invasivo y murieron en el hospital. Si bien, en general disminuyó la gravedad de los casos hospitalizados por COVID-19 durante todo el periodo de estudio, la gravedad fue similar durante los dos periodos de circulación más recientes del sublinaje ómicron (BA.2 [20 de marzo del 2022-18 de junio del 2022] y BA.5). Existen varios motivos posibles para la reducción de la gravedad del COVID-19, tales como una mayor inmunidad en la población por la vacunación y las infecciones previas, una mayor disponibilidad de tratamientos eficaces y las estrategias de manejo clínico actualizadas.

Al comparar los resultados clínicos entre las personas que fueron hospitalizadas por la variante ómicron BA.5 del COVID-19 y las personas que fueron hospitalizadas por influenza durante la temporada 2021-2022, un porcentaje similar de pacientes fueron ingresados en la UCI y recibieron asistencia respiratoria invasiva y no invasiva. En comparación con los pacientes hospitalizados por la influenza, un mayor porcentaje de pacientes hospitalizados por la variante ómicron BA.5 recibió medicamentos para mejorar el control de la presión arterial, recibió tratamiento para la insuficiencia renal y, entre personas de 18 a 49 años, murió en el hospital. Para los otros grupos de edad, no hubo diferencia en cuanto a las muertes de adultos hospitalizados por la variante ómicron BA.5 y la influenza, incluso entre los adultos mayores.

La mediana de las edades de las personas hospitalizadas por COVID-19 durante los periodos en que predominó la circulación de las variantes delta y ómicron fue de 59 y 61 años, respectivamente. La mediana de las edades de las personas hospitalizadas por influenza fue de 68 años. La mayoría de las personas que fueron hospitalizadas por influenza (90,7 %) o por la variante ómicron BA.5 del COVID-19 (91,6 %) tenía al menos una afección subyacente; por consiguiente, corrían mayor riesgo de enfermarse gravemente.

La vacunación es importante para las personas que tienen mayor riesgo de presentar complicaciones graves a causa de la influenza o el COVID-19. Entre los periodos en que predominaron las variantes delta y ómicron BA.5, cerca del 30 % de los pacientes hospitalizados con infecciones por virus de la variante delta y el 70 % de los pacientes con infecciones por virus de la variante ómicron BA.5 completaron al menos un esquema principal de vacunación contra el COVID-19. En comparación, cerca del 56 % de las personas hospitalizadas con influenza recibió una vacuna contra la influenza en la temporada. La vacunación puede reducir el riesgo de contagio y reducir la gravedad de la enfermedad en personas que se vacunaron pero aún pueden contagiarse.

Los medicamentos antivirales son una segunda línea de defensa disponible para tratar la influenza y el COVID-19 y pueden reducir el riesgo de enfermarse gravemente, ser hospitalizado y morir.

Otras medidas preventivas como evitar el contacto cercano con personas que están enfermas, lavarse las manos, cubrirse la nariz y la boca al toser y estornudar, realizar tareas de limpieza y desinfección y mejorar el flujo de aire pueden ayudar a reducir la propagación de enfermedades respiratorias como la influenza y el COVID-19.

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