Un estudio muestra que las infecciones por nuevos virus de la influenza en seres humanos en los Estados Unidos posiblemente se detectarían a través de la vigilancia actual en la atención médica

Lo que necesita saber

Un nuevo estudio modelo de los CDC sugiere que las pruebas de detección de la influenza en entornos de atención médica en los Estados Unidos pueden servir como un nuevo sistema de advertencia efectivo en caso de un brote de un nuevo virus de influenza (no humana) con potencial pandémico.

Actualización de los CDC

29 de mayo del 2024 - Un nuevo estudio modelo de los CDC sugiere que las pruebas de detección de la influenza en entornos de atención médica en los Estados Unidos pueden servir como un nuevo sistema de advertencia efectivo en caso de un brote de un nuevo virus de influenza (no humana) con potencial pandémico.

El estudio, que se publicó el 26 de mayo en Influenza and Other Respiratory Viruses, notifica que es posible que la vigilancia de la influenza actual en los entornos de atención médica de los Estados Unidos detecte al menos un caso de infección por el nuevo virus de la influenza en personas, incluso cuando el virus todavía no se haya propagado de manera generalizada.

La probabilidad de detectar al menos un caso —lo que motivaría una respuesta de salud pública— aumentó con la gravedad de la enfermedad. Los hallazgos son relevantes si se tiene en cuenta el brote actual del virus de influenza aviar A(H5N1) ("virus A(H5N1)") en vacas lecheras de los EE. UU., lo que dio como resultado dos casos notificados recientemente de infecciones en seres humanos en trabajadores de granjas lecheras.ATambién destacan el rol fundamental que desempeñan los proveedores de atención médica como primera línea de defensa, al mantener los índices de pruebas de detección de la influenza realizadas durante la temporada de influenza y enviar las muestras clínicas a los laboratorios de salud pública para que se realicen las pruebas adicionales recomendadas.

El estudio estimó la probabilidad de que se detectara al menos una infección en un ser humano por un nuevo virus de la influenza en tres entornos de atención médica diferentes, cada uno de los cuales reflejaba diferentes comportamientos relacionados con la búsqueda de atención médica y realización de pruebas de detección. Estos incluyen:

  • atención de urgencias ambulatoria y departamentos de emergencias (UC/ED);
  • entornos para pacientes hospitalizados; y
  • unidades de cuidados intensivos (UCI).

En cada entorno, los investigadores utilizaron un marco de modelado basado en los datos recopilados de las plataformas de vigilancia de la influenza existentes para estimar la probabilidad de detección de infecciones por nuevos virus de la influenza en diversos escenarios. Cada escenario representaba diferentes:

  • tasas de nuevos casos (incidencia);
  • grados de gravedad de los síntomas, incluida la ausencia de síntomas;
  • índices de pruebas de detección de infección por el virus de la influenza; y
  • porcentajes de muestras clínicas enviadas a laboratorios de salud pública para realizar más pruebas.

En un escenario de referencia que suponía la presencia de 100 casos en la población, con una gravedad de los síntomas similar a la de la infección por el virus de la influenza estacional, la probabilidad de detectar al menos un caso de infección por un nuevo virus de la influenza al mes era más alta en los entornos comunitarios y UC/ED, con un 77 % y un 72 %, respectivamente. Esto se compara con menos del 15 % en entornos hospitalarios y de UCI.

A medida que aumentaba la supuesta gravedad de la enfermedad causada por un nuevo virus de la influenza, la probabilidad de detección también aumentaba en todos los entornos debido a una mayor probabilidad de que una persona infectada requiriera atención médica. Asumiendo que la gravedad es igual a la observada en casos de virus A(H5N1) en todo el mundo (alrededor del 50 % de la proporción de casos de muerte), los investigadores descubrieron que la probabilidad de detectar al menos un caso era cercana al 90 % en entornos de UC/ED y al 100 % en entornos hospitalarios y de UCI.

Además de la gravedad, la probabilidad de detección se vio muy influenciada por suposiciones sobre la proporción de muestras clínicas enviadas a los laboratorios de salud pública. Como la mayoría de las pruebas comerciales utilizadas para la detección de virus de la influenza en seres humanos no pueden distinguir los nuevos virus de influenza A de los virus de influenza estacional A, es necesario realizar más pruebas en un laboratorio de salud pública para que una muestra positiva pueda ser identificada como un nuevo virus.

Pero eso no siempre ocurre, y el escenario de referencia del estudio reflejaba esa realidad con la suposición (con base en datos del mundo real) de que el 50 % de las muestras positivas se reenviaba para realizar más pruebas. Según el estudio, al aumentar ese porcentaje al 75 % o al 100 %, aumentaron considerablemente las probabilidades de detección en todos los entornos de atención médica.

Una mayor probabilidad de detección también estuvo asociada a un aumento en las tasas de realización de pruebas en cada entorno de atención médica. Aunque la actividad de la influenza estacional es baja en gran parte del país, los brotes en curso del virus A(H5N1) en vacas lecheras y aves de corral siguen suponiendo retos, y los proveedores de atención médica deben seguir realizando pruebas de detección de la influenza siempre que existan sospechas de una posible infección por el virus de la influenza.

El porcentaje de la cantidad total de nuevos casos de influenza detectados en cualquier entorno de atención médica fue relativamente bajo. Sin embargo, incluso cuando la prevalencia de casos de infección por nuevos virus era baja, la probabailidad de detectar al menos un caso en general era alta. Esto es importante porque un caso daría lugar a la implementación de medidas de salud pública destinadas a identificar y prevenir más casos, las cuales pueden incluir un aumento de las pruebas de detección y una mayor caracterización del virus, como está ocurriendo en los estados que están teniendo brotes en vacas lecheras o en bandadas de aves de corral.

Estos hallazgos sirven para mejorar las estrategias de realización de pruebas en medio del brote en curso del virus A(H5N1) en varios estados en vacas lecheras y otros animales en los Estados Unidos para asegurarse de que puedan detectarse incluso los casos poco comunes de infección por nuevos virus de la influenza. Además, los CDC están brindando apoyo a los estados que están monitoreando a las personas expuestas a animales infectados o presuntamente infectados por virus A(H5N1). Es importante monitorear a las personas con un historial de exposición relevante para ayudar a los CDC a entender mejor el riesgo para la salud humana y la posibilidad de propagación entre animales y personas y de persona a persona.

Los CDC consideran que el riesgo para el público de los EE. UU. de infección en humanos por los virus A(H5N1) de la HPAI es bajo; sin embargo, las personas con exposición cercana, prolongada o sin protección a aves infectadas, vacas u otros animales infectados, leche no pasteurizada ("cruda") o a entornos contaminados por aves, vacas u otros animales infectados, o leche cruda, corren mayor riesgo de infección. Cabe señalar que como los virus de la influenza evolucionan constantemente, la evaluación de riesgo de los CDC para el público en general podría cambiar rápidamente. La vigilancia continua es fundamental para asegurarse de que la salud pública pueda prepararse y responder de inmediato.

Si bien estos hallazgos indican que es probable que los sistemas actuales de vigilancia de la influenza detecten al menos un nuevo caso de influenza antes de que el virus se haya propagado en forma generalizada, los CDC piden a los proveedores de atención médica que estén atentos ante la aparición de signos y síntomas de infección por el virus de la influenza durante el verano y que las tasas de realización de pruebas de detección se mantengan altas. También deben enviar las muestras positivas del virus de influenza A a los laboratorios de salud pública cuando sea recomendado, por ejemplo, cuando las muestras no se puedan subtipificar o se hayan tomado de pacientes hospitalizados con una enfermedad similar a la influenza. Las muestras que no son subtipificables o arrojan presuntos resultados positivos para los nuevos virus de influenza A en laboratorios estatales de salud pública deben enviarse de inmediato a los CDC para realizar pruebas de confirmación.

  1. El primer caso en una persona de influenza aviar A(H5N1) en los Estados Unidos se notificó en 2022 en una persona de Colorado que tuvo exposición directa a aves de corral y participó del proceso de despoblación de aves de corral con influenza aviar A(H5N1) presunta. El caso en una persona del 2022 no tuvo relación con vacas lecheras. La persona se recuperó. Conozca más en Notifican un caso de infección por el virus de influenza aviar A(H5) en un ser humano en los EE. UU. El segundo y el tercer caso de influenza aviar A(H5N1) en seres humanos en los Estados Unidos se notificaron en abril y mayo del 2024 respectivamente y estaban asociados a vacas lecheras. Los pacientes notificaron molestias e irritación en los ojos, lo que concuerda con conjuntivitis, como únicos síntomas y ya se recuperaron. Conozca más en Actualización de los CDC sobre la respuesta a la influenza aviar A(H5N1) del 24 de mayo del 2024.