Lo que necesita saber
- Es más probable que la influenza cause enfermedades graves que deriven en hospitalización en personas embarazadas que en personas en edad reproductiva que no están embarazadas.
- Si está embarazada y experimenta síntomas de influenza, llame inmediatamente a su proveedor de atención médica.
- Los CDC recomiendan un tratamiento antiviral contra la influenza de inmediato para las personas embarazadas y con infección o sospecha de infección por influenza.
La influenza y el embarazo
La influenza también puede ser nociva para el bebé en gestación. (Un síntoma común de la influenza es la fiebre, la cual se ha asociado en algunos estudios a defectos en el tubo neural y otros resultados adversos para el bebé en gestación).
Recibir una vacuna inyectable contra la influenza durante el embarazo ayuda a proteger a las personas embarazadas de esta enfermedad y de las hospitalizaciones relacionadas con ella. Vacunarse contra la influenza durante el embarazo también puede proteger a los bebés por varios meses después del nacimiento contra la influenza y las hospitalizaciones relacionadas con la influenza porque la persona embarazada le comparte sus anticuerpos al bebé en gestación durante el embarazo. Las personas que reciben la vacuna inyectable contra la influenza durante el embarazo o la lactancia también crean anticuerpos contra esta enfermedad que se transmiten a los bebés por medio de la leche materna.
Condiciones médicas preexistentes
No existen recomendaciones que indiquen que las personas embarazadas o con condiciones médicas prexistentes deban obtener un permiso especial o un consentimiento por escrito de su médico o profesional de atención médica para vacunarse contra la influenza si se vacunan en una clínica del lugar de trabajo, farmacia u otro lugar fuera del consultorio de su médico. Las personas embarazadas no deben recibir la vacuna contra la influenza en atomizador nasal.
Mejor momento para la vacunación
Para la mayoría de los adultos, septiembre y octubre suelen ser buenos momentos para vacunarse cada año. También pueden considerar vacunarse durante julio y agosto las personas que están cursando el tercer trimestre de embarazo, porque esto puede ayudar a proteger a sus bebés de la influenza durante varios meses después del nacimiento (cuando son demasiado pequeños para vacunarse).
La vacunación es la mejor protección contra la influenza
Recibir la vacuna contra la influenza es la primera medida que puede tomar una persona —y la más importante— para protegerse de la influenza y sus posibles complicaciones graves. Las personas embarazadas deberían recibir la vacuna inyectable contra la influenza en vez de la vacuna contra la influenza en atomizador nasal.
- Un estudio del 2013 demostró que durante las temporadas de influenza 2010-2011 y 2011-2012, la vacunación redujo a la mitad el riesgo de influenza en las personas embarazadas. Estos resultados concuerdan con el rango general de eficacia estimada de la vacuna contra la influenza en adultos de 18-64 años.
- Un estudio del 2018 demostró que vacunarse contra la influenza reducía el riesgo de que una persona embarazada fuera hospitalizada por influenza en un promedio del 40 %. Las personas embarazadas que reciben la vacuna inyectable contra la influenza también están ayudando a proteger a sus bebés de la influenza y de las hospitalizaciones relacionadas con la influenza durante los primeros meses después de su nacimiento, cuando son demasiado pequeños para vacunarse.
La seguridad de la vacuna contra la influenza durante el embarazo
Se han administrado vacunas inyectables contra la influenza a millones de personas embarazadas durante más de 50 años con un registro de seguridad excelente. Hay evidencia sustancial de que las vacunas inyectables contra la influenza son seguras durante el embarazo para la mamá y su bebé. Los CDC y el ACIP recomiendan que las personas embarazadas se vacunen en cualquier trimestre del embarazo.
Otras medidas de prevención
Además de recibir la vacuna inyectable contra la influenza, las embarazadas deberían tomar acciones de prevención , como evitar el contacto con personas que están enfermas, cubrirse la boca al toser y estornudar, y lavarse las manos con frecuencia. Esto también puede incluir medidas para mejorar la calidad del aire y prácticas de higiene, como limpiar las superficies que se tocan con frecuencia.