Conceptos erróneos acerca de la influenza estacional y las vacunas contra la influenza

Propósito

Esta página aborda conceptos erróneos comunes sobre la influenza y la vacunación contra la influenza, incluidos los relacionados con los efectos secundarios, la efectividad de la vacuna y cuándo vacunarse. Los CDC recomiendan que las personas de 6 meses de edad o más se vacunen contra la influenza cada año para lograr una mayor protección contra la influenza.

Combata la influenza

Cómo abordar los conceptos erróneos acerca de las vacunas contra la influenza

Las personas deberían vacunarse contra la influenza todos los años para mayor protección

Los CDC recomiendan que todas las personas de 6 meses de edad o más se vacunen contra la influenza todos los años, con raras excepciones. El motivo es que la protección inmunitaria que adquiere una persona al vacunarse disminuye con el tiempo, por lo que es necesario vacunarse anualmente para obtener la mejor u "óptima" protección contra la influenza. Además, como los virus de la influenza cambian constantemente, la composición de las vacunas se revisa todos los años para actualizarla según sea necesario.

La vacuna contra la influenza no puede contagiarle la enfermedad

Las vacunas contra la influenza no contagian la enfermedad. Las vacunas contra la influenza que se aplican con una aguja (es decir, las vacunas inyectables contra la influenza) se elaboran con virus inactivados (muertos) o con una sola proteína de un virus de influenza. La vacuna en atomizador nasal contiene virus vivos atenuados (debilitados) para que no causen la enfermedad.

La enfermedad por la influenza puede ser grave

La influenza es una enfermedad grave, especialmente entre los niños pequeños, adultos mayores y personas que padecen ciertas condiciones médicas crónicas, como asma, enfermedades cardiacas o diabetes. Cualquier infección por el virus de la influenza puede implicar el riesgo de presentar complicacionesgraves, hospitalización o muerte, incluso en niños y adultos sanos. Por consiguiente, para obtener protección inmunitaria, vacunarse es una opción más segura que correr el riesgo de enfermarse.

Recomendación preferencial para adultos mayores

Hay tres vacunas contra la influenza que se recomiendan preferentemente para personas de 65 años de edad o más.

Efectos secundarios y reacciones adversas de la vacuna contra la influenza

La mayoría de los efectos secundarios después la vacunación contra la influenza son leves

Algunas personas manifiestan tener efectos secundarios leves después de recibir la vacuna contra la influenza. Los efectos secundarios más comunes de las vacunas contra la influenza son dolor, enrojecimiento, sensibilidad o inflamación donde se administró la inyección. También pueden presentarse síntomas como fiebre leve, dolor de cabeza y dolores musculares. Si se presentan estas reacciones, es habitual que comiencen inmediatamente después de recibir la vacuna y duren de 1 a 2 días.

Los efectos secundarios de la vacuna contra la influenza en atomizador nasal pueden ser: secreción nasal, resuello, dolor de cabeza, vómitos, dolores musculares, fiebre, dolor de garganta y tos. Si ocurren estos problemas, por lo general comienzan poco después de la vacunación, son leves y duran poco tiempo. Las reacciones más comunes que tienen las personas frente a las vacunas contra la influenza son considerablemente menos graves que los síntomas que causa la enfermedad real de la influenza.

Los efectos secundarios graves de la vacunación contra la influenza son poco comunes

Las reacciones alérgicas graves tras las vacunas contra la influenza son poco comunes. Si ocurren, es normal que comiencen pocos minutos u horas después de la vacunación. Si bien estas reacciones pueden poner en riesgo la vida, existen tratamientos efectivos.

Vacunarse contra la influenza y aun así enfermarse con síntomas de influenza

Existen varias razones por las que una persona podría tener síntomas de influenza incluso después de vacunarse contra la enfermedad.

  • Una persona puede enfermarse con otro virus respiratorio, además de la influenza, como los rinovirus o el SARS-CoV-2 (el virus que causa el COVID-19). Hay otros virus respiratorios que pueden causar síntomas similares a los de la influenza, y también pueden propagarse y causar enfermedades durante la temporada de influenza. Las vacunas contra la influenza solo brindan protección contra la influenza, pero no contra otras enfermedades.
  • Es posible que la persona haya estado expuesta a los virus de la influenza poco antes de haberse vacunado o durante las dos semanas posteriores a la vacunación, que es el periodo que el organismo tarda en crear la protección inmunitaria. Esta exposición puede ocasionar que una persona se enferme a causa de la influenza antes de que la protección de la vacuna haga efecto.
  • Las vacunas contra la influenza varían en cuanto a su efectividad. Es posible que una persona vacunada se enferme de influenza. No obstante, varios estudios han demostrado que la vacunación contra la influenza reduce la gravedad de la enfermedad en personas que se vacunaron pero aun así se enfermaron.
  • También hay diferentes virus de influenza que se propagan y causan la enfermedad en las personas, así que una persona podría vacunarse y, de todos modos, enfermarse si está expuesta a un virus de la influenza que es muy diferente de los virus de la vacuna contra la influenza. La capacidad de una vacuna contra la influenza de proteger a una persona depende parcialmente de la similitud o "coincidencia" entre los virus seleccionados para elaborar la vacuna y los que están en circulación y causando enfermedades. Sin embargo, incluso cuando eso ocurre, la vacunación contra la influenza igual reduce la gravedad de la enfermedad.

Vacunación contra la influenza y otros virus respiratorios

No se cree que las vacunas contra la influenza aumenten la susceptibilidad de las personas a otras infecciones respiratorias.

En un estudio del 2012 se sugería que la vacunación contra la influenza aumentaba la susceptibilidad de las personas a otras infecciones respiratorias. Después de que se publicó ese estudio, fueron muchos los expertos los que profundizaron en este tema y realizaron otros estudios para ver si los hallazgos se podían reproducir. Ningún otro estudio encontró este efecto. Aún no está claro por qué este hallazgo se detectó solo en un estudio, pero el predominio de evidencia sugiere que esta no es una ocurrencia común o regular y que, de hecho, la vacunación contra la influenza no vuelve a las personas más susceptibles a contraer otras infecciones respiratorias.

Vacunación contra la influenza y el COVID-19

No hay evidencia que demuestre que vacunarse contra la influenza incremente su riesgo de contraer un coronavirus como el que causa el COVID-19.

Es posible que haya escuchado hablar de un estudio publicado en enero del 2020 que daba cuenta de una relación entre la vacuna contra la influenza y el riesgo de contraer los coronavirus estacionales de circulación común, pero no del que causa el COVID-19. Después de un tiempo se comprobó que este informe no era correcto.

Los resultados de ese estudio inicial llevaron a investigadores de Canadá a analizar sus datos para ver si podían encontrar resultados similares en su población. ​​​​​​​Los resultados de este estudio mostraron que la vacunación contra la influenza no aumenta el riesgo de estos coronavirus estacionales. Los hallazgos del estudio canadiense resaltaron los beneficios de protección de la vacuna contra la influenza.

Los investigadores canadienses también identificaron una falla en la metodología del primer estudio, y destacaron que violaba parte del diseño del estudio que compara las tasas de vacunación entre pacientes con y sin influenza (diseño de pruebas negativas). A raíz de esta falla se estableció una asociación entre la vacuna contra la influenza y el riesgo de coronavirus estacionales. Cuando estos investigadores volvieron a examinar los datos del primer estudio con la metodología correcta, la conclusión fue que la vacuna contra la influenza no incrementaba el riesgo de infección con otros virus respiratorios, incluidos los coronavirus estacionales.

Conceptos erróneos acerca de cómo funcionan las vacunas contra la influenza

La efectividad de la vacuna contra la influenza puede variar. La protección que brinda la vacuna contra la influenza varía de una temporada a otra y depende, en parte, de la edad y el estado de salud de la persona que recibe la vacuna y de la similitud o "coincidencia" entre los virus de la vacuna y los que están en circulación. Durante los años en que la vacuna contra la influenza coincide con los virus, es posible ponderar los beneficios sustanciales de la vacunación contra la influenza en cuanto a la prevención de la enfermedad y sus complicaciones. Sin embargo, los beneficios de la vacunación variarán según las características de la persona que la recibe (por ejemplo, el estado de salud y la edad), qué virus de la inflluenza están circulando esa temporada y qué vacuna contra la influenza se utilizó.

A pesar de los numerosos beneficios de la vacunación contra la influenza, solo alrededor de la mitad de los estadounidenses se dan la vacuna anual contra la influenza. En una temporada de influenza promedio, puede haber millones de casos y la enfermedad puede causar cientos de miles de hospitalizaciones y varios miles de muertes. Muchas más personas podrían estar protegidas contra la influenza si más personas se vacunaran.

En las personas adultas, los estudios no han mostrado que exista algún beneficio por recibir más de una dosis de la vacuna durante la misma temporada de influenza, incluso en personas mayores con sistemas inmunitarios debilitados. Excepto en el caso de los niños que se vacunan por primera vez, se recomienda solo una dosis de la vacuna contra la influenza cada temporada.

Conceptos erróneos sobre el momento de la vacunación contra la influenza estacional

Si bien el hecho de retrasar la aplicación de la vacuna contra la influenza hasta fines de otoño puede aumentar los niveles de inmunidad durante los meses de invierno, el beneficio debería compensarse con los posibles riesgos que esto pudiera acarrear, como perderse la oportunidad de vacunarse y las dificultades asociadas a una vacunación masiva dentro de un periodo más corto.

La vacunación puede seguir siendo beneficiosa mientras siguen circulando los virus de la influenza. Si no se vacunó para fines de noviembre, puede recibir protección vacunándose en diciembre o más adelante. La influenza es impredecible y las temporadas pueden variar. Casi todos los años el periodo de mayor actividad de la influenza estacional suele ser en diciembre y marzo, pero la enfermedad puede manifestarse a fines de mayo.

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Conceptos erróneos sobre el consentimiento del médico para la vacunación

No existen recomendaciones de que las personas embarazadas o las personas con una condición médica prexistente deban obtener un permiso especial o un consentimiento por escrito de su médico para vacunarse si lo hacen en una clínica en el lugar de trabajo, una farmacia u otra ubicación que no sea el consultorio del médico. Con raras excepciones, los CDC recomiendan una vacuna contra la influenza anual a todas las personas de 6 meses de edad o más, incluidas las personas embarazadas y las personas con condiciones médicas subyacentes y otras condiciones.

Conceptos erróneos sobre la "influenza estomacal"

Mucha gente utiliza el término "influenza estomacal" para describir una enfermedad con síntomas como náuseas, vómitos y diarrea. Estos síntomas puede ser provocados por muchos tipos diferentes de virus, bacterias o incluso parásitos. Aunque el vómito, la diarrea y las náuseas o el "malestar estomacal" pueden estar relacionados con la influenza, más comúnmente en niños que en adultos, estos problemas rara vez son los síntomas principales de la influenza. La influenza es una enfermedad respiratoria, no una enfermedad intestinal o estomacal.