Convulsiones febriles después de la vacunación de niños, incluida la vacunación contra la influenza

Lo que necesita saber

La palabra "febril" se refiere al hecho de tener fiebre. Una convulsión es un ataque de movimientos corporales descontrolados. Una "convulsión febril" se refiere a una convulsión que está asociada a un niño con fiebre. Por lo general, las convulsiones febriles duran entre uno y dos minutos y pueden ocurrir con cualquier condición médica que ocasione fiebre, como el resfriado, la influenza o la infección de oído. Lo más común es que aparezcan con temperaturas de 102°F (38.9°C) o superior pero también pueden presentarse con temperaturas corporales más bajas o cuando la fiebre está disminuyendo. Una persona que tiene una convulsión febril puede perder la conciencia.

Niño con una mascarilla al que se le está realizando un chequeo

Recomendación del Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP, por sus siglas en inglés)

Recomendaciones del Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación

Se publicó el documento "Prevención y control de la influenza estacional con vacunas: Recomendaciones del Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación de los Estados Unidos, temporada de influenza 2024-2025".

Niños con probabilidades de tener convulsiones febriles

La mayoría de las convulsiones febriles ocurren en niños de entre 6 meses y 59 meses. Hasta el 5 % de los niños pequeños presentará al menos una convulsión febril. En los niños, el rango de edad más común en que se presentan las convulsiones febriles es entre los 14 y 18 meses.

Aproximadamente 1 de cada 3 niños que tienen una convulsión febril tendrá más convulsiones febriles durante la infancia. Si un miembro de la familia directa del niño (un hermano, una hermana o uno de los padres) ha tenido convulsiones febriles, ese niño tiene más probabilidades de tener una.

Gravedad de las convulsiones febriles

Las convulsiones febriles pueden ser atemorizantes pero casi todos los niños que han tenido una se recuperan rápidamente, vuelven a estar sanos y no presentan ningún daño neurológico permanente. Las convulsiones febriles no hacen que los niños tengan más probabilidad de desarrollar epilepsia o algún otro trastorno convulsivo.

Las convulsiones febriles son poco comunes después de la vacunación.

Las vacunas pueden causar fiebre pero las convulsiones febriles son poco comunes después de la vacunación. Y hay que destacar que la influenza también causa convulsiones febriles.

La enfermedad de la influenza puede provocar fiebre alta y convulsiones febriles en niños. La vacuna contra la influenza puede proteger a niños contra la enfermedad de la influenza y sus complicaciones. La vacuna contra la influenza no causa la enfermedad.

Se realizaron varios estudios con niños en los Estados Unidos para averiguar si existe mayor riesgo de sufrir convulsiones febriles después de vacunarse contra la influenza.

  • En un estudio en el que participaron 45 000 niños de 6 a 23 meses que recibieron la vacuna contra la influenza desde 1991 hasta 2003 se demostró que la vacuna no estaba asociada a las convulsiones febriles1.
  • Se descubrió que la vacuna contra la influenza estacional y la vacuna contra la influenza H1N1 2009 no estaban asociadas a las convulsiones febriles en los niños durante la temporada de influenza 2009-20102.
  • En los estudios realizados se registró un pequeño aumento en el riesgo de que los niños pequeños tengan convulsiones febriles después de recibir la vacuna inyectable contra la influenza en algunas temporadas de influenza. En estos estudios, el riesgo de convulsiones febriles fue mayor para niños de 12 a 23 meses de edad, en especial, cuando la vacuna inyectable contra la influenza fue administrada al mismo tiempo que la vacuna conjugada neumocócica (PCV133) y la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTaP)4.

Después de revisar atentamente los datos sobre las convulsiones febriles y considerando los beneficios de vacunar a los niños contra estas enfermedades, los CDC decidieron que no es necesario hacer ningún cambio en las recomendaciones de inmunización para niños.

Monitoreo de los CDC sobre la seguridad de las vacunas

Los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) monitorean cuidadosamente la seguridad de las vacunas aprobadas para usar en los Estados Unidos. Los CDC principalmente utilizan dos sistemas para monitorear la seguridad de las vacunas contra la influenza:

  1. Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS): un sistema de alerta temprana que ayuda a los CDC y a la FDA a monitorear los problemas que pueden surgir después de la vacunación. Cualquier persona puede informarle al VAERS sobre efectos secundarios de la vacuna. Por lo general, los informes del VAERS no pueden determinar si un evento adverso fue el resultado de una vacuna pero estos informes pueden ayudar a determinar si es necesario realizar más investigaciones.
  2. Proyecto Vaccine Safety Datalink (VSD): una colaboración entre los CDC y ocho organizaciones de atención médica que llevan a cabo el monitoreo actual sobre la seguridad de la vacuna y un análisis en profundidad de los datos sobre la seguridad de la vacuna.

Notificación de informes a los CDC

Las convulsiones febriles después de la vacunación infantil pueden informarse a los CDC a través del Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS). Su medico puede presentar este informe o puede hacerlo usted mismo a través del sitio web del VAERS.

Obtenga más información sobre las convulsiones febriles

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