Vistazo general
La influenza puede ser más peligrosa que un resfriado común para los niños. Los niños menores de 5 años de edad, especialmente los que son menores de 2, y los niños de cualquier edad con ciertas condiciones médicas crónicas, tienen mayor riesgo de presentar complicaciones por la influenza potencialmente graves. Los padres pueden ayudar a sus hijos a combatir la influenza al vacunarse y vacunar a los niños contra la enfermedad todos los años.

Cómo ayudar a sus hijos a combatir la influenza
Todos los años, la influenza supone una gran carga en la salud y el bienestar de los niños y sus familias. La vacunación anual contra la influenza ofrece la mejor protección contra la enfermedad y sus posibles complicaciones graves en los niños.
Los niños menores de 5 años, especialmente los que son menores de 2, y los niños de cualquier edad con ciertas condiciones médicas crónicas como asma y diabetes, tienen mayor riesgo de presentar complicaciones potencialmente graves por la influenza. Como estos grupos de niños tienen mayor riesgo, es particularmente importante que reciban la vacuna contra la influenza de la temporada para ayudar a prevenir la influenza y reducir su riesgo de hospitalización y de morir a causa de la influenza si se enferman.
Los niños sanos de 5 años de edad o más también pueden enfermarse gravemente a causa de la influenza, además de propagarla a familiares vulnerables como bebés menores de 6 meses y adultos de 65 años de edad o más, o personas de cualquier edad que tienen ciertas condiciones médicas crónicas. Es importante vacunar a todas las personas de 6 meses de edad o más contra la influenza todos los años, para ayudar a proteger a las personas de mayor riesgo.
Cuidadores de niños pequeños
Los niños de 6 meses de edad o más y sus cuidadores deben vacunarse contra la influenza todos los años, y hay otras medidas de prevención que todos pueden adoptar para ayudar a frenar su propagación.
¡Quién tiene riesgo?
La influenza puede ser peligrosa para los niños
La influenza es más peligrosa para los niños que el resfriado común. Cada año, millones de niños contraen la influenza estacional, miles de niños son hospitalizados y algunos incluso mueren a causa de la influenza. Los niños suelen necesitar atención médica a causa de la influenza, especialmente los niños menores de 5 años de edad.
- Estas son algunas de las complicaciones de la influenza entre los niños de este grupo de edad:
- Neumonía: una enfermedad en la que los pulmones se infectan e inflaman
- Deshidratación: cuando el cuerpo de un niño pierde demasiada agua y sales, a menudo por no beber suficiente líquido)
- Agravamiento de los problemas médicos a largo plazo como por ejemplo enfermedades cardiacas o asma
- Una disfunsión cerebral como la encefalopatía
- Problemas en los senos nasales o infecciones de oído
- En muy pocos casos, las complicaciones por influenza pueden causar la muerte.
- Neumonía: una enfermedad en la que los pulmones se infectan e inflaman
La gravedad de las temporadas de influenza puede variar. Sin embargo, los niños corren riesgo todos los años. Según las estimaciones de los CDC, entre la temporada 2010-2011 y la temporada 2022-2023 (con exclusión de 2020-2021), las hospitalizaciones relacionadas con la influenza entre los niños menores de 5 años oscilaron entre 6 000 y 25 000 por año en los Estados Unidos.
Durante la temporada de influenza 2023-2024, el 70 % de los niños de entre 0 y 17 años hospitalizados con influenza tenían al menos una condición médica subyacente, como asma, enfermedades neurológicas, obesidad o enfermedades cardiovasculares.
Aunque son casos esporádicos, algunos niños mueren por influenza cada año. De la temporada 2004-2005 a la temporada 2022-2023 (con exclusión de 2020-2021), las muertes asociadas a la influenza en niños notificadas a los CDC durante las temporadas regulares de influenza fueron entre 37 y 199. Cabe destacar que, entre las mueres asociadas a la influenza en niños notificadas, aproximadamente un 80 % fueron en niños que no estaban completamente vacunados. También cabe señalar que, aunque se supone que se deben notificar todas las muertes pediátricas a los CDC, es probable que no estén contempladas todas las muertes asociadas a la influenza en niños y que la cantidad real de muertes sea más alta. Los CDC han desarrollado modelos estadísticos que explican los casos no notificados de muerte en niños que están relacionados con la influenza para estimar la cantidad real de muertes. Durante 2019-2020, por ejemplo, se notificaron 199 muertes asociadas a la influenza en niños a los CDC, pero el modelo estadístico sugiere que hubo aproximadamente 434 muertes.
Prevención
Se ha demostrado que la vacunación contra la influenza anual en niños:
- Reduce los casos de influenza, las consultas médicas por influenza y el ausentismo escolar.
- Reduce el riesgo de hospitalizaciones y muertes asociadas a la influenza.
Tipos de vacunas contra la influenza para niños
Los CDC recomiendan la vacunación anual contra la influenza para todas las personas de 6 meses de edad o más, con cualquier vacuna contra la influenza aprobada y que sea apropiada para la edad.
Hay muchas opciones de vacunas disponibles:
- Las vacunas inyectables contra la influenza se administran con una inyección (con una aguja) y están aprobadas para personas a partir de los 6 meses. (Las indicaciones varían según cada vacuna).
- La vacuna en atomizador nasal (también conocida como vacuna con virus vivos atenuados o LAIV) está aprobada para personas de 2 a 49 años de edad. Sin embargo, no se recomienda LAIV en mujeres embarazadas ni en quienes tienen ciertas condiciones médicas subyacentes.
¿Cuándo deberían los niños vacunarse contra la influenza?
Los niños deberían vacunarse todas las temporadas de influenza para recibir la mejor protección contra la influenza. En el caso de la mayoría de las personas que necesitan solo una dosis de la vacuna contra la influenza para la temporada, septiembre y octubre suelen ser buen momento para vacunarse. Lo ideal es que todas las personas de 6 meses o más se vacunen antes de fines de octubre.
Algunos niños necesitan dos dosis de la vacuna contra la influenza. Lo recomendable es que esos niños reciban la primera dosis tan pronto como esté disponible, incluso si es en julio o agosto, porque debe transcurrir un período de al menos cuatro semanas para administrar la segunda dosis. También se puede considerar la vacunación durante julio y agosto para niños que necesitan solo una dosis. Si su hijo acude a un proveedor de atención médica en julio o agosto (por ejemplo, en el contexto de la vuelta al colegio) y hay vacunas disponibles, puede vacunarse antes. La vacunación temprana puede ser una alternativa para cualquier persona que no pueda regresar más adelante para vacunarse.
Sin embargo, vacunarse después también aporta protección, siempre que los virus sigan circulando, incluso una vez comenzado enero o después. Como los anticuerpos contra la infección por el virus de la influenza demoran alrededor de dos semanas en desarrollarse después de la vacunación, es mejor que se vacunen antes de que la influenza comience a propagarse en la comunidad.
Instrucciones especiales para la vacunación de niños de 6 meses a 8 años de edad
Algunos niños de 6 meses a 8 años necesitan dos dosis de la vacuna contra la influenza esta temporada, a saber:
- Los niños de este grupo de edad que se vacunan por primera vez.
- Los niños que solo recibieron una dosis de la vacuna en otras temporadas.
- Los niños cuyo historial de vacunación contra la influenza se desconozca.
Se recomienda que estos niños reciban la primera dosis tan pronto como la vacuna esté disponible, porque es necesario dejar transcurrir al menos 4 semanas desde la primera dosis para administrar la segunda. Su proveedor de atención médicapuede decirle si su hijo necesita dos dosis.
Otras medidas de prevención
Además de recibir la vacuna contra la influenza, los niños y cuidadores de niños pequeños deben tomar las mismas medidas preventivas que los CDC recomiendan para todas las personas, incluido evitar el contacto con personas que están enfermas, lavarse las manos con frecuencia y cubrirse al toser. Esto también puede incluir medidas para mejorar la calidad del aire y prácticas de higiene, como limpiar las superficies que se tocan con frecuencia.