Las muertes pediátricas por influenza en la temporada 2019-2020 alcanzan un nuevo pico

4 de junio del 2021 - La semana pasada los CDC notificaron 1 nueva muerte asociada a la influenza estacional en un niño, producida durante la temporada 2019-2020, lo que eleva el total de muertes por influenza en niños notificadas a los CDC para esa temporada a 199. Antes de la temporada 2019-2020, la temporada 2017-2018 había tenído la cantidad más alta notificada de muertes pediátricas, con 188 fallecimientos notificados de pacientes pediátricos. Este hito trágico subraya la importancia de la vacunación en los niños.

Entre las 199 muertes pediátricas a causa de la influenza notificadas:

  • El 44 % (87) se produjo en niños menores de 5 años de edad
    • 12 ocurrieron en niños menores de 6 meses que, por lo tanto, eran demasiado pequeños para recibir la vacuna contra la influenza
  • El 56 % (112) de las muertes ocurrió en niños de 5-17 años de edad
  • De las 183 muertes pediátricas que se produjeron entre niños con información conocida sobre afecciones, 78 (43 %) tenían una afección prexistente.
  • Solo el 22 por ciento de los niños elegibles para vacunarse contra la influenza y cuya situación con respecto a la vacuna era conocida estaban totalmente vacunados contra la influenza. Esto concuerda con los datos de temporadas anteriores.

La mayoría de las muertes notificadas en la temporada pasada (122) estuvieron asociadas a infecciones por el virus de la influenza B. La temporada 2019-2020 tuvo un marcado predominio del virus de la influenza B durante la mayor parte de la temporada, pero se produjo un pico de virus de la influenza A(H1N1)pdm09 hacia el final de la temporada, antes de que comenzara la pandemia de COVID-19 y cayera rápidamente la circulación del virus de la influenza. Si bien los virus de la influenza A(H3N2) suelen estar asociados a enfermedades más graves en personas mayores, la última temporada es un recordatorio de que los virus de la influenza B también pueden provocar enfermedades graves y muerte, especialmente en los niños.

Los CDC recomiendan que todas las personas a partir de los 6 meses de edad reciban la vacuna anual contra la influenza, especialmente los niños de menos de 5 años de edad o los niños de cualquier edad que tengan afecciones de alto riesgo, ya que tienen mayores probabilidades de presentar complicaciones graves a causa de la influenza que pueden provocar su hospitalización e incluso la muerte. Vacunarse ha demostrado reducir las enfermedades relacionadas con la influenza, las consultas médicas, los días de ausencia escolar y el riesgo de hospitalización o muerte a causa de la influenza en los niños.

Las muertes por influenza en niños son de notificación obligatoria a nivel nacional desde 2004, pero suelen sufrir demoras. La muerte que se notificó recientemente y corresponde a la temporada 2019-2020 se produjo en la semana terminada el 11 de enero del 2020. Desde 2004, las muertes asociadas a la influenza en niños notificadas a los CDC durante las temporadas regulares de influenza fueron de 37 a 199.

Aunque cada muerte infantil a causa de enfermedades prevenibles con vacunas es una tragedia, la cantidad de muertes pediátricas relacionadas con la influenza notificadas a los CDC cada temporada probablemente sea inferior a la real. Aunque la cantidad notificada de muertes relacionadas con la influenza en niños durante la temporada de influenza 2019-20 fue de 199, los CDC estiman que la cantidad real de muertes relacionadas con la influenza en niños esa temporada fue de 434 si se tienen en cuenta los índices de pruebas de detección de la influenza en niños y las muertes fuera de hospitales que tienen incluso menos probabilidad de ser reconocidas como influenza.

Los niños deberían vacunarse todas las temporadas de influenza para recibir la mejor protección contra la influenza. En el caso de los niños que necesitan dos dosis de la vacuna contra la influenza, la primera dosis deberían recibirla cuanto antes, apenas comienza la temporada. En el caso de los otros niños, se recomienda vacunarlos antes de finales de octubre. Sin embargo, vacunarse más tarde igual puede aportar protección, ya que los virus de la influenza siguen circulando.

Además de recibir la vacuna inyectable contra la influenza, los niños y cuidadores de niños pequeños deberían tomar las medidas preventivas cotidianas que recomiendan los CDC para todas las personas, tales como cubrirse la boca y nariz al toser, lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto con personas que están enfermas.

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