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Recomendaciones para las personas completamente vacunadas
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Guía sobre el manejo del COVID-19 en sitios de servicios para personas sin hogar y centros correccionales y de detención
Resumen de los cambios recientes
Debido a que la dinámica de los refugios para personas sin hogar y de los establecimientos correccionales y de detención es la de convivir en grupos, el riesgo de transmisión del COVID-19 es más alto en estos ámbitos que para la población general. Además, hay una prevalencia alta de ciertas afecciones asociadas al COVID-19 grave entre personas sin hogar y entre personas en prisión, lo que aumenta el riesgo de consecuencias graves a causa del COVID-19 en estas poblaciones.
Esta guía se puede usar como base de información para la implementación de medidas de prevención del COVID-19 en centros de servicios para personas sin hogar y establecimientos correccionales y de detención, y reemplaza los documentos de guía de los CDC anteriores para estos entornos.
Para profesionales de atención médica: esta guía no alcanza a áreas exclusivas de atención de pacientes en estos entornos. Los trabajadores de atención médica que trabajan en estos ámbitos deben seguir las Recomendaciones interinas de prevención y control de infecciones para personal de la salud durante la pandemia de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) de los CDC. Tenga en cuenta que la guía del personal de la salud de los CDC ya no utiliza los niveles de transmisión del COVID-19 para orientar las decisiones del control de la fuente de los establecimientos. Visite el sitio web a través del enlace que figura más arriba para obtener más información sobre este cambio.
Evaluar el riesgo del establecimiento
Los CDC recomiendan que los centros de servicios para personas sin hogar y los centros de detención y correccionales utilicen una combinación de los niveles de ingresos en hospitales por COVID-19 y los riesgos específicos de este tipo de establecimientos para guiar sus decisiones acerca de cuándo implementar las medidas específicas de prevención del COVID-19. Evaluar los siguientes factores puede ayudar a decidir si es necesario implementar más capas de protección debido a los riesgos inherentes al tipo de establecimiento:
- Características estructurales y operativas del lugar: evaluar si las características u operaciones del establecimiento contribuyen a la propagación del COVID-19. Por ejemplo, los establecimientos pueden tener mayor riesgo de transmisión si el recambio de residentes y personal es frecuente, si reciben un alto volumen de visitas externas o si tienen mala ventilación, o si hay áreas en las que duermen muchas personas juntas.
- Riesgo de consecuencias graves para la salud: evaluar qué porcentaje de las personas en el establecimiento tienen mayor probabilidad de enfermarse gravemente a causa del COVID-19, por ejemplo, por padecer afecciones subyacentes, por ser personas mayores, embarazadas o con acceso deficiente a servicios de atención médica.
- Transmisión del COVID-19 en el establecimiento: evaluar el nivel de transmisión dentro del establecimiento. La transmisión se puede evaluar a través de la realización de pruebas de diagnóstico a personas con síntomas de COVID-19 y sus contactos cercanos, mediante evaluaciones de detección de rutina (no se recomiendan como rutina, pero algunos establecimientos podrían usar este método en coordinación con su departamento de salud para facilitar la identificación temprana de infecciones en poblaciones con un riesgo especialmente elevado de enfermarse gravemente a causa del COVID-19), u otras pruebas de detección en el marco de la estrategia de vigilancia del establecimiento (como pruebas en aguas residuales). No se recomienda utilizar el resultado de las pruebas al momento de la admisión como indicador de transmisión dentro del establecimiento debido a la alta probabilidad de que las infecciones identificadas al momento de la admisión se hayan producido en otro lugar.
Estrategias preventivas del COVID-19
Las medidas que los establecimientos pueden tomar para proteger a sus poblaciones del COVID-19 se pueden categorizar como estrategias de prevención para las operaciones cotidianas y estrategias de prevención optimizadas.
- Las estrategias de prevención para las operaciones cotidianas se deben implementar en todo momento, incluso si el nivel de ingresos en hospitales por COVID-19 es bajo o medio. Estas incluyen todas las estrategias que se enumeran abajo, excepto las que figuran como estrategia optimizada.
- Las estrategias de prevención optimizadas se deben incorporar para complementar las estrategias de prevención para las operaciones cotidianas cuando los niveles de ingresos en hospitales por COVID-19 son altos, en cualquier situación en la que hubo transmisión dentro del establecimiento, o con base en la evaluación de otros factores particulares del establecimiento que aumentan el riesgo. Estas incluyen las estrategias marcadas como estrategia optimizada.
Al incorporar estrategias de prevención optimizadas, los operadores de los establecimientos deben sopesar la necesidad de prevenir el COVID-19 en relación con el impacto de reducir el acceso a la programación y los servicios diarios. Es posible que los establecimiento no puedan aplicar todas las estrategias optimizadas de prevención del COVID-19 debido a limitaciones en los recursos locales, las características del establecimiento y la población u otros factores. Sin embargo, deben incorporar un enfoque con tantas capas como sea posible para aumentar el nivel de protección contra el COVID-19. En función del riesgo en las diferentes áreas del establecimiento, es posible implementar las estrategias optimizadas de prevención en todo el establecimiento o aplicarlas concretamente a una sola unidad de alojamiento, ala o edificio. Los establecimientos con menor tolerancia de riesgo pueden aplicar estrategias de prevención mejoradas en cualquier momento, incluso si el nivel de ingresos en hospitales por COVID-19 es bajo o medio.
Brindar apoyo al personal y a los residentes para que mantengan sus vacunas contra el COVID-19 al día
Alentar y propiciar que el personal, los voluntarios y los residentes mantengan al día su esquema de vacunación contra el COVID-19. Siempre que sea posible, se debe ofrecer la vacuna en el lugar y apoyar las recomendaciones entre pares para promover la vacunación.
Mejorar la ventilación
- Garantizar que los sistemas de ventilación y calefacción funcionen correctamente y propicien una calidad de aire aceptable.
- Estrategia optimizada: siempre que sea posible, considerar mantener las actividades grupales en espacios al aire libre.
- Estrategia optimizada: aumentar y mejorar la ventilación tanto como sea posible. Identificar, obtener y probar opciones de ventilación mejorada antes de que se produzcan períodos de mayor riesgo a fin de estar preparados para implementarlas cuando sea necesario. Puede encontrar herramientas de corto y largo plazo para mejorar la ventilación en los edificios en el sitio web de los CDC.
Ofrecer pruebas de detección del COVID-19, cuando sean necesarias
- Hacer pruebas de detección al personal y los residentes que estuvieron expuestos o que presentan síntomas, de conformidad con las guías para la realización de pruebas de los CDC.
- Si no es posible hacer pruebas de detección en el lugar (por ejemplo, por políticas laborales o disponibilidad de suministros para hacer las pruebas), recomiende al personal expuesto o con síntomas que se haga una prueba de detección fuera del establecimiento.
- Si corresponde, considere suspender los copagos para los residentes que necesitan una evaluación médica y pruebas de detección del COVID-19.
- Estrategia optimizada: consultar con el departamento de salud estatal, local, tribal o territorial (o su equivalente) acerca de la necesidad de implementar la evaluación de los residentes y/o del personal si existe un riesgo más alto para esa población de enfermarse gravemente a causa del COVID-19. Las pruebas de detección de rutina pueden ayudar a identificar infecciones de manera temprana, y esto es particularmente importante en el caso de las personas que son elegibles para recibir tratamiento.
Usar mascarillas o respiradores y EPP, según corresponda
- Mantener suministros de equipo de protección personal (EPP) en existencia.
- Ofrecer mascarillas/respiradores de buena calidad a todos los residentes y personal, y proporcionar otro tipo de EPP al personal y los residentes con base en el riesgo (vea a continuación más información sobre el EPP).
- Estrategia optimizada: exigir el uso universal de mascarillas en espacios cerrados, más allá de que las personas estén o no vacunadas.
Promover el control de infecciones y la limpieza del establecimiento
- Realizar las tareas habituales de control de infecciones, limpieza y desinfección en todo momento.
- Mantener suministros de higiene de manos, limpieza y desinfección disponibles sin costo para los residentes o el personal.
- Estrategia optimizada: incorporar medidas de limpieza y desinfección mejoradas
Implementar la guía de medidas posteriores a la exposición
Hacer pruebas de detección a los residentes y el personal expuestos al menos cinco días completos después de la exposición (o antes, si presentan síntomas) y exigirles que usen una mascarilla en espacios cerrados por 10 días completos después de la exposición, más allá de que estén vacunados o no.
Implementar la guía de aislamiento
Aislar al personal, voluntarios y residentes con una prueba de detección positiva para COVID-19 de otros residentes o, si corresponde, fuera del establecimiento, por 10 días a partir de la aparición de los síntomas o a partir de la fecha de la obtención de la muestra positiva (si no tienen síntomas). Si la prueba viral de una persona es negativa*, se puede acortar el aislamiento a 7 días, siempre y cuando los síntomas estén mejorando y la persona no haya tenido fiebre por 24 horas, no haya sido hospitalizada y no tenga un sistema inmunitario debilitado. Tenga en cuenta que el período de aislamiento para centros de servicios para personas sin hogar y establecimientos correccionales o de detención es más prolongado que el recomendado para el público en general debido al riesgo de mayor transmisión en entornos habitacionales densamente poblados y la prevalencia alta de afecciones subyacentes asociadas a la forma grave del COVID-19.
- Si hay varios residentes con una prueba de detección positiva, pueden aislarse juntos en la misma área. Sin embargo, no se debe alojar juntas a personas con COVID-19 confirmado y presunto.
- Garantizar la continuidad de los servicios de apoyo, incluidos servicios de atención médica y salud conductual, para los residentes mientras están aislados.
- Durante operaciones en situación de crisis, como escasez importante de personal o espacio, es posible que los establecimientos deban considerar reducciones cortas en el período de aislamiento recomendado para el personal y/o los residentes. Los establecimientos deben consultar a su departamento de salud estatal, local, tribal o territorial (o su equivalente) acerca de posibles abordajes en función de sus necesidades, al mismo tiempo que maximizan las medidas de control de infecciones.
* Se puede usar una prueba NAAT (molecular) o una de antígenos para determinar si se puede acortar el período de aislamiento a 7 días. Si se usa una NAAT, con una sola prueba dentro de las 48 anteriores al regreso al trabajo (para el personal) o la suspensión del aislamiento (para los residentes) es suficiente. Si se usa una prueba de antígenos, se deben obtener dos resultados negativos, uno no antes del día 5 y el segundo 48 horas después.
Propiciar el acceso al tratamiento, según sea necesario
Ahora hay tratamientos efectivos ampliamente disponibles que se deben iniciar dentro de los pocos días de la aparición de los síntomas para que funcionen. Se debe propiciar el tratamiento oportuno de las personas elegibles; los establecimientos sin centro de salud en el lugar deben tener un plan que garantice el acceso oportuno a la atención fuera del establecimiento.
Monitorear y comunicar posibles brotes o necesidades
- Seguir con los análisis de aguas residuales, si están implementados, como señal de advertencia temprana de brotes.
- Continuar con el trabajo conjunto y planificar para comunicaciones de brotes, faltas de personal, espacios para cuarentena (en establecimientos que optan por implementarla; no se recomienda como rutina) y aislamiento, así como la continuidad de los servicios.
Aumentar la distancia
- Estrategia optimizada: crear distancia física en áreas donde conviven varias personas, siempre que sea posible.
- Estrategia optimizada: reducir el movimiento y el contacto entre diferentes partes del establecimiento y entre el establecimiento y la comunidad (según corresponda).
La cuarentena (separar a las personas expuestas a una enfermedad contagiosa y restringir sus movimientos para evitar mayor transmisión si se enferman) por COVID-19 ya no se recomienda para el público en general. En los refugios y los establecimientos correccionales y de detención, la cuarentena puede ser muy disruptiva para la vida cotidiana de los residentes, debido a las limitaciones que impone al acceso a los programas, actividades recreativas, visitas presenciales, clases presenciales y otros servicios. Sin embargo, debido al potencial de transmisión extendida y rápida del SARS-CoV-2 en estos ámbitos, es posible que algunos establecimientos prefieran seguir implementando protocolos de cuarentena para los residentes, el personal y/o los voluntarios que estuvieron expuestos a una persona con COVID-19. Los establecimientos pueden basar su política de cuarentena en su tolerancia de riesgo, incluidos factores como la salud del personal y las poblaciones de residentes, así como el impacto que puede tener la cuarentena en la salud mental y la cobertura de personal.
Los establecimientos que optan por implementar la cuarentena pueden considerar diversos enfoques para equilibrar sus medidas de control de infecciones y sus necesidades operativas y las necesidades de salud mental de sus residentes y personal. Los establecimientos pueden ir cambiando sus enfoques de cuarentena para adaptarse a los cambios en la gravedad y transmisibilidad de la enfermedad de las diferentes variantes del SARS-CoV-2, o para responder a la escasez de personal o espacio durante picos de casos.
Las consideraciones para establecimientos que implementan la cuarentena incluyen las siguientes:
- Alojamiento: los residentes que estuvieron expuesto pueden cumplir la cuarentena individualmente o en cohortes con otras personas expuestas (cuarentena en cohortes). Los establecimientos que optan por la cuarentena en cohortes deben recordar que puede haber transmisión dentro de la cohorte si alguno de sus integrantes está infectado. Usar cohortes de menor tamaño ayuda a minimizar la transmisión continua. Una vez creada una cohorte, no se deben incorporar más personas expuestas en diferentes momentos.
- Pruebas de detección: se pueden usar pruebas de detección en serie durante una cuarentena en cohorte. Dentro de cada cohorte en cuarentena, las pruebas de detección en serie cada 3 a 7 días permiten identificar en forma temprana casos nuevos. Si se identifican casos nuevos en la cohorte, se debe reiniciar el período de cuarentena. Las pruebas en serie se pueden realizar a todos los residentes de una cohorte, o se pueden priorizar para las personas con mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19 para identificar infecciones en forma temprana y evaluar si son elegibles para el tratamiento rápidamente.
- Movimiento: para mantener el acceso a los programas durante la cuarentena, los establecimientos pueden autorizar a los residentes de una cohorte en cuarentena para que se trasladen fuera de su alojamiento y continúen sus actividades diarias como grupo. Los residentes en cuarentena no deben mezclarse con los residentes o el personal que no está asignado a su cohorte y deben usar mascarilla en espacios cerrados.
- Duración: para los establecimientos que optan por implementar la cuarentena después de la exposición de una persona a alguien con COVID-19, un período de cuarentena de 10 días aporta la mayor protección contra la posible transmisión del COVID-19 a otros residentes y personal, pero resulta disruptivo para sus vidas y las operaciones del establecimiento. Una opción para equilibrar estas necesidades es acortar el período de cuarentena si una persona expuesta tiene una prueba negativa después de 5 días, pero seguir usando mascarilla en espacios cerrados hasta el día 10.
- Monitoreo: en lugar de solicitar al personal de atención médica que revise a todos los residentes en cuarentena en busca de síntomas del COVID-19, los establecimientos pueden priorizar la evaluación de síntomas de residentes con mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19, para identificar infecciones en forma temprana y evaluar su elegibilidad para el tratamiento.
Equipo de protección personal y control de fuentes de infección
A continuación se detallan los tipos de equipo de protección personal (EPP) y medidas de control de infecciones recomendadas en centros de servicios para personas sin hogar y establecimientos correccionales y de detención.
- Cuando es obligatorio el uso de mascarillas en espacios cerrados (o cuando los residentes o el personal optan individualmente por usar mascarillas con base en sus preferencias personales), todos los residentes y personal pueden usar mascarillas desechables, cubiertas de barrera para la cara o respiradores aprobados por el NIOSH.
- Los residentes con COVID-19 confirmado o presunto pueden usar mascarillas desechables, cubiertas de barrera para la cara o respiradores aprobados por el NIOSH.
- El personal y los residentes que trabajan en áreas del establecimiento designadas para aislamiento o cuarentena deben usar únicamente respiradores aprobados por el NIOSH.
- El personal y los residentes que tendrán contacto cercano con residentes en cuarentena o aislamiento, incluso durante traslados, deben usar respiradores aprobados por el NIOSH, protección para los ojos, batas o ambos y guantes.
Si todavía no lo hicieron, los empleadores deben implementar un programa de protección respiratoria, según corresponda, para garantizar que el personal se someta a pruebas de ajuste de mascarillas, tenga autorización médica y tengan capacitación sobre la protección respiratoria que necesitarán dentro del alcance de sus responsabilidades. También se puede considerar la incorporación de los residentes al programa de protección respiratoria, en función de su riesgo de exposición laboral. Por ejemplo, los residentes que trabajan en un ámbito en el que podrían estar expuestos al COVID-19, como una unidad de aislamiento médico por COVID-19, deberían estar contemplados en este programa debido a su riesgo ocupacional. Para obtener más información, vea el estándar de protección respiratoria de la OSHA
Vea Tipos de mascarillas y respiradores para acceder a una lista completa de respiradores aprobados por el NIOSH y por agencias internacionales.
Identificación de exposiciones
Hay dos formas de identificar a las personas que estuvieron expuestas:
Investigación de casos y rastreo de contactos por persona
Las investigaciones de casos pueden priorizar la identificación de contactos cercanos con mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19, para que puedan ser derivados a un proveedor de atención médica que determine si son elegibles para un tratamiento si tienen una prueba con resultado positiva para COVID-19.
Rastreo de contactos según el lugar
El rastreo de contactos con base en el lugar puede ser preferible en centros de servicios para personas sin hogar y establecimientos correccionales y de detención en los que el rastreo de contactos por persona no resulta efectivo debido a las grandes aglomeraciones, la mezcla de residentes y personal, la dificultad para establecer quiénes son los contactos cercanos y los movimientos de los residentes dentro y fuera del establecimiento. El rastreo de contactos basado en el lugar permite identificar a las personas con exposición conocida o presunta reciente con base en el tiempo que pasaron en las mismas áreas que una persona con COVID-19 durante el tiempo que la persona infectada se consideraba infecciosa. El periodo de contagio se considera como dos días antes de la aparición de cualquier síntoma, o dos días antes de la prueba con resultado positivo si no tiene síntomas, hasta el final del aislamiento. Este proceso puede ayudar a identificar otras instalaciones (o porciones del establecimiento) que podrían requerir investigación y pruebas de detección. Los siguientes son algunos ejemplos sobre cómo conducir un rastreo de contactos con base en el lugar:
- Centros de servicios y programas para personas sin hogar: coordinar con los prestadores de servicios para personas sin hogar para que usen Sistemas de información de gestión de servicios para personas sin hogar (HMIS, por sus siglas en inglés) y otros sistemas de obtención de datos de servicios para personas sin hogar para identificar dónde se registró una persona con una prueba positiva para COVID-19 durante el tiempo en que era infecciosa.
- Establecimientos correccionales y de detención: identificar las áreas en las que un persona con una prueba positiva para COVID-19 pasó tiempo mientras era infecciosa. En el caso de los residentes, esto podría incluir su unidad, detalles laborales, el autobús de traslados, el comedor y cualquier actividad programática; para el personal y los voluntarios podría incluir su lugar de trabajo, la sala de descanso y el auto compartido para el carpool.
Evaluar la realización de pruebas de detección en las áreas/zonas del establecimiento identificadas a través del rastreo de contactos con base en el lugar.
Si se identifican más casos, los establecimientos pueden considerar incorporar estrategias de prevención optimizadas.
Debido a que la continuidad de los servicios es esencial para las personas sin hogar, las coaliciones de agencias comunitarias deben trabajar de manera coordinada para evitar el cierre de refugios y la exclusión de personas con síntomas o pruebas positivas para SARS-CoV-2. La decisión de autorizar la permanencia o derivación a otros centros de atención alternativos de residentes con síntomas leves de COVID-19 confirmado o presunto se debe tomar de manera coordinada con los departamentos de salud locales. La vacunación no debe ser un requisito excluyente para que los residentes puedan acceder a los servicios para personas sin hogar, excepto que los departamentos de salud locales dispongan lo contrario.
Los departamentos de salud deben garantizar el contacto con las organizaciones que prestan servicios a las personas sin hogar, con o sin acceso a refugios. Se debe considerar la designación de un empleado como punto de contacto para la coordinación de las medidas de prevención del COVID-19 con organizaciones de servicios para personas sin hogar e incorporar el estado de acceso a vivienda en los datos obtenidos, para poder facilitar un seguimiento rápido de casos entre las personas sin hogar.
- Espacios o centros para recibir personas sin hogar y evitar las grandes aglomeraciones o responder a la demanda más alta de acceso a refugios
- Espacios o centros de aislamiento para personas con COVID-19 confirmado que no necesitan ser hospitalizadas
- Espacios de cuarentena (si se usa cuarentena), y
- Alojamiento de protección para personas con mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19, de manera de mantenerlas alejadas de los espacios de alojamiento compartido de alto riesgo
Según la disponibilidad de recursos, personal y voluntarios, se deben considerar opciones de alojamiento no compartido (como hoteles/moteles) con habitaciones individuales. Los socios deben planificar cómo poner a los clientes en contacto con oportunidades de alojamiento después de haber completado su estadía en estos sitios temporales.
Las mascarillas o respiradores de alta calidad deberían proporcionarse sin costo alguno para los residentes y el personal cuando esté indicado y sustituirse cuando sea necesario, tanto cuando se requiera el uso universal de mascarillas en espacios cerrados como cuando los residentes o el personal decidan utilizar una mascarilla según sus preferencias personales. Cuando sea posible, ofrezca diferentes tipos de mascarillas comunes y de respiración al personal y los residentes para que puedan elegir la opción que mejor se adapta a sus necesidades y puedan usar de manera constante. Las opciones ofrecidas en centros correccionales y de detención podrían ser limitadas debido a consideraciones de seguridad y protección, por ejemplo, en relación con las varillas nasales de metal.
En entornos en los que el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 es más alto y si las consideraciones de seguridad y protección lo permiten, se debe ofrecer a los residentes mascarillas o respiradores con el mismo nivel de protección que aquellos que se entregan al personal en un entorno similar.
Debido a los espacios limitados de alojamiento individual dentro de muchos centros correccionales y de detención, a menudo se coloca a las personas infectadas o expuestas en los mismos espacios de alojamiento usados para la segregación administrativa o disciplinaria. Para alentar la notificación inmediata de síntomas del COVID-19 y proteger la salud mental, se debe garantizar que el aislamiento y la cuarentena por motivos médicos tengan operaciones claramente diferenciadas de las separaciones administrativas o disciplinarias, incluso si se usan los mismos espacios de alojamiento para ambas situaciones. Por ejemplo, en la medida de lo posible, se debe dar acceso similar a la radio, la televisión y materiales de lectura, a los artículos personales, a la tienda interna, a las duchas, a ropa y sábanas limpias y a otros recursos que tendrían disponibles las personas en unidades de alojamiento regulares.
- ¿Cómo pueden evaluar el riesgo los entornos de alojamiento compartido?
- ¿Qué pueden hacer los entornos de alojamiento compartido para proteger a sus residentes del COVID-19?
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